Por Viviana Flores Rivera, para la sección A Special Look at Puerto Rico, The Resilience Journal, 2019
Hoy día, los puertorriqueños somos considerados personas resilientes. Asimismo, lo puede ser nuestro sistema de salud si aprendemos y utilizamos los recursos necesarios para resistir cualquier evento climático.
Para lograr la resiliencia en el sistema de salud de Santurce se necesita, sobretodo, la preparación con antelación contra los eventos climáticos que nos estarán afectando significativamente en un futuro cercano. Por tanto, nuestro sistema de salud debe ser resiliente contra las tormentas, sequías, plagas, olas de calor y el aumento del nivel del mar.
Aquí, uno de los factores clave es la comunicación. En el sistema de salud, la resiliencia en la comunicación se puede lograr si integramos aplicaciones y servicios de tele-salud a cada hospital, clínica y consultorio médico. Así, los profesionales de la salud pueden tratar a los pacientes desplazados antes, durante y después de un evento climático. Esto puede prevenir, en su medida, que el estado de salud de un paciente decaiga.
Por ende, con una buena conexión a Internet, las herramientas permiten que los profesionales de la salud puedan asistir de manera virtual a sus pacientes, donde sea que se encuentren.
También, las entidades de salud pueden adoptar sistemas de mensajería automatizada y sistemas de récords electrónicos basados en la nube. Como propone el nombre, los sistemas de mensajería automatizada pueden lograr la comunicación a gran escala a través de mensajes de texto y/o correo electrónico. Este sistema da paso a la adaptación pues facilita la comunicación del personal de un hospital, consultorio o clínica con sus pacientes.
Además, este sistema puede recordarle al paciente que se asegure de tener sus medicamentos y recursos necesarios para resistir el evento climático e informarle cómo podrá contactar a sus profesionales de la salud antes, durante y después de la emergencia.
Del mismo modo, los sistemas de récords electrónicos basados en la nube permiten la resiliencia, pues no se basan en un servidor porque los récords médicos se acceden a través de Internet y por consiguiente disminuye la posibilidad que el sistema falle o se dañe frente a un evento climático.
Importante la comunicación
Por otro lado, debemos tomar en cuenta la comunicación interna. Para que los médicos y personal de entidades de salud puedan trabajar de manera óptima, es crítico que se integre en cada entidad aplicaciones, proveedores de comunicaciones críticas basadas en software como servicio (SaaS) y “walkie-talkies”.
Para estas situaciones, la comunicación también puede ir más allá. Las entidades de salud de Santurce deben tomar en consideración que los pacientes pueden ser relocalizados por otras entidades médicas al igual que otros con condiciones crónicas pueden decidir irse de la isla durante el paso del evento climático.
Por tal razón, se deben implantar conexiones de intercambios de información de salud, o HIEs por sus siglas en inglés. Estas conexiones, aunque se deben implantar con mucha anterioridad, permitirán que la salud de un paciente no se vea afectada porque una entidad o un profesional de la salud desconoce su historial médico.
Para esto, debemos crear resiliencia como sistema de salud y no entidad individual.
Así, sistemas como las HIEs funcionarán al formar alianzas dentro de Santurce al igual que con otros sistemas de salud de la isla y países donde estos pacientes se podrían relocalizar.
Por otra parte, es clave que las entidades médicas adapten sus planes de preparación de desastres a largo plazo tomando en consideración las tormentas, sequías, olas de calor, plagas y aumento del nivel del mar y preguntarse si los podrán resistir y cómo. De igual manera, se debe preparar al personal; se deben hacer alianzas con los profesionales de la salud pública y la comunidad; se deben implantar prácticas sostenibles; y se debe ajustar la infraestructura del edificio.
Los profesionales de la salud deben estar preparados para poder identificar con antelación los síntomas de una enfermedad causada por un evento climático en específico. De manera similar, se deben contemplar las alianzas con los profesionales de la salud pública, pues son necesarias para la prevención de las enfermedades que vendrán con los distintos eventos climáticos.
De otro modo, el sistema de salud de Santurce debe tomar en cuenta que el sistema de salud es uno de los mayores generadores de gases invernadero. Por ende, es astuto implantar prácticas sostenibles como la conservación de agua y energía y la compra local de alimentos.
A la inversa, un profesional de la salud no puede estar totalmente preparado si no se toma en consideración adaptar la infraestructura donde trabaja.
Santurce es el distrito más grande de San Juan, así que la probabilidad de que la topografía varíe es alta. Por tanto, para adaptar la infraestructura de una entidad médica, primordialmente se debe estudiar la topografía donde está localizada.
Asimismo, se dee estudiar el nivel de inundación del área y el historial de eventos climáticos que han ocurrido en la zona. Así, se puede decidir si se debe relocalizar el sistema mecánico del edificio en un cuarto en la azotea, si se deben crear bermas que desvíen el agua alrededor de la entidad y si se debe elevar el edificio sobre el nivel de inundación que aumentará debido al calentamiento global.
En resumen, para adaptar nuestro sistema de salud debemos tener un sistema de comunicación efectivo, debemos innovar, trabajar en equipo, buscar ideas de otros países y adaptarlas a nuestro entorno. Debemos fomentar la comunicación y educación entre los profesionales de la salud y pacientes, pues un sistema de salud resiliente no solamente puede tratar las enfermedades de pacientes sin verse afectado por el clima, sino que puede prevenir muertes por hipertermia, fallos renales, leptospirosis u otras enfermedades motivadas por eventos climáticos.